Dice la rolita de Los Látigos que da título a este azotado post, que "el peligro de la honestidad es no saber callar". Mi dilema existencial lo he partido en dos. Uno, decirle a mi ex -con el que trabajo- que me gusta un fulano. Ustedes dirán: "pues si es tu ex, ¿qué chingados le debería importar?". Pero es difícil cuando la relación fue tan trascendente. No fue cualquier pendejo en tu existencia y sabes que ésta cambió radicalmente a partir de que lo conociste.
Se lo dije en el peor momento...
Agobiado por la chamba, a punto de una gripa de rinoceronte y con otras cosas a cuestas, se me ocurrió abrir mi bocota. Conocía su respuesta; es una gran persona. Sin embargo, no dejé de sentirme un poco mal, porque las cosas pudieron haber sido tan distintas si no hubiéramos terminado como lo hicimos o, mejor dicho, por las circunstancias que nos orillaron a ello.
En fin. La primera parte ya está ¿hecha? Ahora sólo falta que al fulanito en cuestión le despepite honestamente lo que me ha hecho sentir.
So complicated... Dice la rolita esta que el ejercicio de ser honesto "pone en riesgo tu integridad física y moral". Pero prefiero eso a estar haciéndome chaquetas mentales.
Además ya es bien tarde y mañana es mi primera clase de italiano en el CELE y, prácticamente, mi último día en Enciclomedia.
Cambios, cambios y cambios...
4 comments:
Insisto, eso del amor no deja nada bueno mujer. Pero total, todo te va a ir bien. Ahi luego me enseñas a hablar Italiano, que nomas se decir Stronzo. Total, en un día en que me encuentro muerto cerebralmente, te mando un beso.
Hey! pues, pese a todo, que bueno que fuiste honesta, creo que hiciste lo mejor.
En fin, esperemos que ese "fulanito" no deje ir una de las mejores oportunidades de su vida...
Muchos saludos y suerte en toooodos los cambios.
Se me pasó felicitarte por tus chivas. FELICIDADES
chaquetas mentales... sí, es lo cool.
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