26.1.07

Drop this can!!!!!!!!!

Sé que la analogía no es la más adecuada, pero sí muy ilustrativa.
En un capítulo de la quinta temporada de Los Simpson, llamado Marge on the Lam , Homero le promete a Marge que irá con ella al ballet (que él piensa que es el espectáculo del oso ruso en el cochecito :s). Pero antes de salir de la planta nuclear, decide robarse una soda y unos dulces.



Corte a... Homero tiene atrapadas las manos en las dos máquinas y eso le impide llegar a la cita con su esposa. Los bomberos llegan a rescatarlo y tienen el siguiente diálogo...
-Bombero: Homero, no hay solución, creo que tendremos que cortarte los brazos...
-Homero: Pero vuelven a crecer, ¿verdad?
-Bombero: eeeehhhh... seeee.... (En ese momento se empieza a echar a andar la sierra)


-Otro bombero, iluminando hacia el interior de la máquina de refrescos: ¡Un momento! Homero, ¿estás sosteniendo la lata?
-Homero... esteeeeee....

Corte a... Homero saliendo, sobándose los brazos. A lo lejos, las risas de los bomberos.




Bueno, todo este preámbulo para decir que esta mañana, platicando con un muy querido amigo, coincidimos en que está cabrón darte cuenta que la tienes atrapada, pero que si te has decidido a soltar esa lata (en el sentido más estricto del término) es para no voltear atrás, pese a las risas de los bomberos, a lo estúpido que te sientas, a lo terrible que te puedas enfrentar. A fin de cuentas, volverás a casa.
Estoy soltando mis latas, voy poco a poco.

20.1.07

Road trip back home

Tenía que hacerlo. La mejor manera de huir es conduciendo hacia ese punto brillante del horizonte donde en algún momento fuiste feliz, olvidando lo que metro a metro dejas atrás. Así fue. Viré a la derecha donde siempre lo hago del lado contrario. Seguí derecho, pero me topé con un camino cerrado que me obligó a modificar un poco la ruta... tanto, que obviamente (fiel a mi costumbre de perderme pensando que exploro -bueno, así se descubrió el Nuevo Mundo, ¿no?-) terminé en un lugar que me parecía medianamente conocido. Nada que ver. De pronto estaba en una vía totalmente empinada, que parecía me llevaría hasta las estrellas que esta noche habían sido muy claras. Siempre estará la opción de echar reversa y volver por donde viniste. Eso hice, aunque a medias... neceé (qué raro) en mi empeño de llegar a la fría lucecita roja rodeada de las millones de lucezotas amarillas. Reedité mi camino. En el punto donde pensé que había civilización, volví de nueva cuenta al lado derecho... y un poco haciendo caso al sentido común, seguí a uno que tenía cara de ir hacia donde yo. Sin preguntar, sin pegarme de más, como su sombra. Hasta que fue suficiente y conocí de nuevo el rumbo. Para eso, una mente sensata habría tenido suficiente. Pero mi necesidad de huir, de quitar de mi mente esa imagen que tuve ni 15 segundos era brutal, vital, esencial. Ya sin experimentos, con la trayectoria memorizada, la emprendí de nuevo, con frío, un cigarrillo, un poco de música (I fell in love and
I needed a roadmap To find out where you lived So excited now Sleepwalking, cuz I'm sleepwalking)
y los ojos bien abiertos para ver cuan poco ha cambiado ese camino y qué tanto has crecido tú. Observé las tiendas, los semáforos, las curvas, la oscuridad. Poco a poco me acercaba a la lucecita roja... Y estuve a punto de extraviarme de nuevo, sólo que una cosa nimia me dijo "¡es hacia allá!, ¿no lo recuerdas? ¿o es que el temor de estrellarte era más que la felicidad de ir tomada de su cintura, que amarrabas con esas enormes pestañas tus ojos tristes?". De nuevo, a la derecha... La calle es angosta, llena de tierra, con cosas que a esa hora dormían (expendios de pan, talleres mecánicos, una iglesia, pipas de agua). Pasé la lucecita roja. No la recordaba tan grande. Busqué la esquina. Dos árboles. Volteé a ver si venías. Claro que no... Me di la vuelta y regresé por donde vine. Más tranquila. Era algo que debía hacer. Sola. Yo. ¿Logré huir? Un poco, al menos para dormir bien hoy. Sé que esa imagen será cada vez más prolongada, más pesada, más insoportable... Pero también sé que mañana podré llegar un kilómetro más lejos, bajarme del coche, tocar la puerta y decirle que me deje pasar la noche allí, porque la oscuridad me da miedo. Volver a cerrar los ojos y tomarme de su cintura... Para olvidarme un poco de lo que ahora me lastima.

13.1.07

Tragedia compartida

No cabe duda que somos expertos en vernos el ombligo y creer que nuestra condición es peor que la del resto del mundo (especialmente si se trata de un asunto trágico). Que nuestro dolor es el único que lastima o que las lágrimas que derramamos son las más amargas. Que las canciones con las cuales nos identificamos no le quedan a nadie más porque nuestra situación es única... qué egoísta.

Y es cuando, un clavado a la blogósfera te abre los ojos.

Cuando te ves absolutamente retratado, a detalle, en el pesar de esa persona que no conoces pero que en sus letras has hallado una afinidad.

Que transitaron por la situación "X" exactamente igual... que se hicieron las mismas preguntas, los mismos lamentos, cuestionaron el por qué las otras personas involucradas actuaron como lo hicieron...

Y concluyeron lo mismo: que la vida sigue con todo y lo apesadumbrante (sic?) de agarrar los pedacitos en los que se convirtió, meterlos en una bolsa e irte a reconstruir a otro lado... pero con el orgullo de declarar que las cosas no quedaron en ti, que tú diste todo lo que debías, no te quedaste con nada... y que puedes ver de frente a quien sea.

Me hace sentir mejor saber que alguien puede tener la inteligencia y los pantalones suficientes para reconocer que sufre, pero también para tener la voluntad (lo verdaderamente real de esta vida) de salir avante.

En el camino vamos...

(Ya sé que la imagen no tiene mucho qué ver con lo que escribí, pero me vale. La quería poner... es de un fotógrafo que me gusta mucho, de nota roja en México. Se llama Enrique Metínides y actualmente expone en Nueva York... ¿Por qué no una en el Centro Nacional de la Imagen?)

9.1.07

Ahora que los anuarios se tardaron tanto...

¿No se percataron? Los anuarios y recuentos de noticias seguro esperaban que colgaran a Sadam o el clásico sismo de última semana en alguna región de Asia para cerrar edición. Por eso, y debido a la usurpación que hice del blog de Yeda (muchas gracias), aquí les va un suscinto recuento de mi año, en un saludable cuestionario...

1. ¿Qué hiciste en 2006 que nunca habías hecho antes? Ufa, un chorro de cosas. Trabajar en un periódico. Manejar. Viajar a otro país. Vivir sola. Ahora sí.

2. ¿Cumpliste tus propósitos de año nuevo, y harás más para el próximo año? Claro que no, son puras utopías

3. ¿Alguien cercano a ti tuvo un hijo? Sí, dos personas: la querida Xo, que tuvo a Constanza, y Karen, que es mamá de Dánae…

4. ¿Alguien cercano a ti murió? No, pero los padres de dos queridos amigos sí.

5. ¿Qué países visitaste? Canadá.

6. ¿Qué te gustaría tener en 2007 que no tuviste en 2006? Un beso de sus ojos de miel.

7. ¿Qué fecha de 2006 quedará para siempre grabada en tu memoria, y por qué? 9 de marzo, porque me rompieron el corazón y pese a eso, sigo adelante…

8. ¿Cuál fue tu mayor logro del año?Tener un trabajo maravilloso, amigos maravillosos, responsabilidades maravillosas y una motivación diaria para salir de la cama.

9. ¿Cuál fue tu mayor fracaso? Enamorarme de la persona equivocada, aunque no lo llamaría fracaso… sólo necedad.

10. ¿Sufriste alguna enfermedad o lesión? Curiosamente, cerré el 2006 con un puto dolor de rodilla que me tiene a dos del quirófano.

11. ¿Qué fue lo mejor que compraste? Híjole… Mi coche.

12. ¿Cuál conducta ameritó una celebración? La del cuarteto de La Afición, la de mis amigos de toda la vida, que nunca se han ido. Mía, la de ser una cínica enamoradiza.

13. ¿Cuál conducta te deprimió? La de ser una cínica enamoradiza. De alguien más, ver cómo el aferramiento mueve montañas y dicta comportamientos.

14. ¿En qué gastaste la mayor parte de tu dinero?En mis amigos. En conciertos. En pendejadas.

15. ¿Qué realmente te emocionó? Ver sus ojos en la madrugada.

16. ¿Cuál canción siempre te recordará el 2006? Un amor violento, de Los Tres

17. En comparación con el año pasado, ¿eres más feliz o más infeliz? Definitivamente más feliz, pero podría estar mejor.

18. ¿Más delgada o más gorda? Más delgada, muy a mi pesar…

19. ¿Más rica o más pobre? Más despilfarradora.

20. ¿Qué te hubiera gustado hacer más? Regresar a hacer televisión.

21. ¿Qué te hubiera gustado hacer menos? Levantarme temprano para ir a mis clases de italiano, jajajaja.

22. ¿Cómo pasaste la Navidad? Sola, en casa, preparándome mentalmente para un viaje. Buscando un poco de paz en una iglesia, una película rentada y una cena recalentada… ah, y una cerveza.

23. ¿Te enamoraste en 2006? Por supuesto.

24. ¿Cuántas aventuras de una sola noche tuviste? Una :)… bueno, dos, pero la segunda no cuenta… porque fue como recalentado.

25. ¿Cuál fue tu programa de televisión favorito? Tomando en cuenta que quizá fue el año en que menos televisión vi… Los Simpson, now and forever.

26. ¿Odias a alguien a quien no odiabas en este momento del año pasado? No, el año pasado también la odiaba. Y ni siquiera eso, me decepcionó completamente y me hizo dudar de cómo es una amistad.

27. ¿Cuál fue el mejor libro que leíste este año? El libro de los abrazos, de Eduardo Galeano y La conjura de los necios, de John Kennedy Toyle.

28. ¿Cuál fue tu mayor descubrimiento musical de este año?Uhhhhhhhhh… Los Bunkers, Johnny Cash (qué bueno es), la discografía de Los Tres. Soy fan. Seguro se me escapan más.

29. ¿Qué querías y obtuviste este año? Una chamba maravillosa.

30. ¿Qué querías y no obtuviste? Una maestría en España. Precisamente por obtener lo que quería.

31. ¿Cuál fue tu película favorita de este año? Definitivamente Elsa&Fred. Hay que vivir como si mañana nos fuéramos a morir, fuera de todo prejuicio o preocupación.

32. ¿Qué hiciste en tu cumpleaños? Trabajar. Ver cómo Zidane eliminaba a España del Mundial. Recibir mucho cariño de mis compañeros de trabajo. Charlar hasta la madrugada. Una fiesta de antología (como tres semanas después).

31. ¿Qué cosa hubiera hecho este año mucho más disfrutable? Un beso de sus ojos de miel…

32. ¿Cómo describirías tu concepto personal de la moda en 2006? Harto verde, harto café, más escote y menos fachas.

33. ¿Qué te mantuvo cuerda? Un cigarrillo en la madrugada, escribir y la música.

34. ¿Qué celebridad/figura pública te fascinó más este año? Zinedine Zidane.

35. ¿Qué tema político te molestó más? El fraude que se hizo fuera de las urnas en las elecciones presidenciales. Echar toda la maquinaria del Estado para un objetivo tan ilegítimo como el desafuero. El chaparrito peloncito de lentes no es mi presidente. No me representa.

36. ¿A quién extrañaste? A mi padre. Lo extraño siempre. A mi hermanito, que ya no lo veo tanto.

37. ¿Quién fue la mejor persona a quien conociste este año?Uhhhhh…. Está difícil. Mejor no digo porque varios podrían sentirse excluidos. Mejor una respuesta egoísta. A mí. Por todo lo que hice.


38. ¿Quién fue la peor persona a quien conociste este año? No sé. No me acuerdo. Seguro ya la saqué de mi sistema.

39. Dinos una lección de vida que aprendiste este año. La persistencia, en cualquier sentido que se le vea, puede dar un resultado que te puede hacer sonreír como el sol o llorar como el mar.


40. Cita una canción que describa tu año.
Gastaré toda mi vida en comprar la tuya...

7.1.07

Canadá (o el primer post del 2007)

Cuando hablas de tus vacaciones inevitablemente omites detalles que te llenaron los sentidos. Y magnificas muchos más. No quiero, aquí, ahora, hacer un pormenor de mis diez días en Canadá, pero sí compartir algunas impresiones. Ni siquiera me tomaré la molestia de ordenarlas... así que, ahí van, acompañadas, por supuesto, de algunas imágenes...

La nieve es chida, aunque tienes que salir todo enchamarrado, nada se compara al sonido de tus patitas pisando ese tapete, sintiendo en tu lengua los copos (que sí son como en las caricaturas, jaja). Caminar. Un gran ejercicio que ahorita me está pasando la factura con una rodilla que ya no soporto... Pero qué diablos, caminar por Saint Catherine, el Metro de Montreal, por afuera de sus edificios (Notre Dame, Saint Joseph, el Parque Olímpico...) es inigualable... Además, si tienes un departamento como en la que nos quedamos, está poca madre.

Además, si tienes la compañía de amigos tan increíbles, con los que puedes ser la más ordinaria y a la vez, la más intolerable, y que aún así te quieran y se rían contigo; la convivencia se pone a prueba y todo resulta más fácil. Caminando por Toronto se los dije, medio en broma pero mucho en serio: conocerlos me cambió la vida en un sentido positivo. No puedo decir si éste será el primero de muchos viajes, pero sí que es una de tantas experiencias que he tenido y que tendré con ellos. A Paco y Emiliano, gracias. Por todo. Ambos saben a qué me refiero...
Canadá también es un sitio donde puede convivir sin broncas la naturaleza... y el shopping. Las vacaciones de pudientes que nos dimos no tienen punto de comparación: comprar y comprar en el Boxing Day (las rebajas después de Navidad), ir a un partido de la NBA, rentar, sin querer, ¡una Ford Explorer para ir de una ciudad a otra! Conocer las cataratas del Niágara, haber querido esquiar (pero el mal clima y nuestro propio miedo lo impidió)... en fin, son esas cosas donde te das cuenta que tu chinga cotidiana sí vale la pena...
En los largos trayectos, en las caminatas, en la carretera, en el avión, pensaba mucho. En por qué estaba allí, compartiendo mi fin de año en un lugar lejano y nuevo, con gente nueva y cercana. Así es la vida, pocas veces encontré una respuesta coherente.... Y mejor me llenaba los ojos y el corazón con imágenes que quizá jamás vuelvan... Me divertí. Aprendí. Conocí mejor a mis amigos (y creo que ellos a mí, con todo y mi mal genio). Olvidé o al menos eso intenté. Eso fue Canadá. Un largo preámbulo para lo que viene...