9.11.09

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La entrada donde, pese a la evidencia, me resisto a cerrar mi blog. Es la terpapia más barata; pocos te leen, menos te entienden, pero pones un poco de orden en esta cabecita loca a la que poco a poco se le acaban los entusiasmos... Mi entretenimiento, en estos días de frío, es inventar los lineamientos del Programa Interdepartamental de Vinculación y Convivencia (que no es más que el pretexto para jugar Rock Band en Milenio hasta la madrugada), leer a Rius, contar las horas para que regreses e inventar la mejor broma de la jornada. De risas deberá llenarse este canasto; de anécdotas para que este clima no me empiece a llevar entre sus cascos; y es lógico. Me acabo de comprar una cajita de nostalgia (un disco duro externo de un TB) que grita orden, orden, orden. El paso más temido para una coleccionista de imágenes es ponerles sentido. Pulirlas, eliminar algunas intrascendentes. Llorar con ellas, reírte, preguntarte qué fue de esa persona a la que besabas y abrazabas en una peda de no se cuándo. O constar que el tiempo es un enemigo potente y que deja huella en quienes no dormimos como dictan las consejeras de belleza... Pero total, que tendré tiempo en un momento dado...
¿Por qué aquello de no cerrar el blog? Como todos hemos hecho éxodo al FB y, en un crecimiento exponencial, a Twitter, parece que ya sólo importa el pensamiento sintetizado o externar. Y acá el rollo es al revés. No creo en verdad que nadie (ni yo) lleve al dedillo mis cuitas, mis quejas laborales o mis debrayes en el corazón... Y qué importa. Es de entenderse que alguien que escribe para el resto, para explicar el mundo, tenga la necesidad en ocasiones de explicarse el suyo. Hay vacantes en muchos solares de mi vida y no se trata de llenarlos con pendejadas. De ahí radica esta maraña, este texto siempre tan complejo, este irse a dormir lleno de preguntas y que todas se pongan en pausa porque ahí viene de nuevo el SME, los diputados, Juanito y su compinche de bronce, los muertos de Juárez, de Tijuana, de Michoacán; el dengue, la influenza, nuestras plagas modernas. El paro, el dólar, el miedo, el devenir...
Por lo menos mi cajita hace un ruido más familiar y amistoso que todos estos tambores de guerra.

6 comments:

Frodo said...

Y los impuestos, que son los que vienen con los dientes más afilados.

Celebro el que este lugar siga y mi metichismo con él.

Besos y abrazos.

Un hobbit bloguero

el ex-ciego said...

Aaaaahhh malditos impuestos xq m los recuerdan!!...

Oye esa crisis d cerrar el blog es algo muy comun no tanto x las modas de ahora (twitter, fb) sino xq ya no existe ese tiempo requerido para terapearse constantement, xq eso es el blog una terapia y d a grapa!, espero esa idea d cerrar el changarro solo sea temporal

saludos!!

Nisha said...

...nche ciego, a mi nadamas me esta friegue y friegue q ya cierre el changarro

Atendiendo lo tuyo, fijate q yo, si no tengo tiempo para alimentar mi muy amado blog, mucho menos para Fb y twitter. Tengo como 3 fotos en uno q ni pelo y el Twitter ni siquiera me llama la atencion, ni yo se "ke estoy pensando" nunca, debo traer a la gente atras de mi recordandome lo q iba a hacer jaja

No no, no hay que cerrar nada!

Salu2!

Frodo said...

Apenas voy llegando a tuititi... apenas voy llegando a tutifru... a tuntuntui...
Apenas ayer entre al ese tui... ter...
Ah!

Me gustó la imagen que tienes de fondo en él.

Un hobbit trabado.

Zero_Cool said...

me alegra que este espacio siga abierto, siempre resulta inspirador para los comunes mortales como yo...

te mando un mega abrazo!!!

palabra verificadora: undlych

dani said...

me alegra que sigas por aqui pq me gusta mucho como escribes:D