22.8.10

I saw myself in you

Relatado desde afuera siempre será más sencillo recomendar que te saques a ese paria de la esperanza.
Y ese yo tuyo, tan consciente y sentimentalmente correcto te dice: "si escucharas tus propios consejos, ya no tendrías de quién escribir".
Creo que desde hace ya un rato me quedé sin musgo inspirador. Lástima, provocaba las más grandes historias.

20.8.10

For some reason...

No quiero y no voy a llenar mi noche y mi mundo y mis horas con cosas "que no me van a gustar".
Sólo quiero, por momentos, llenarme de exhalaciones que, al final, sé plenas en el instante pero fortuitas en el recuerdo.
For some reason I'll have faith, and walk away and open the eyes wider.
De pronto, no quiero jugar, no quiero hablar, no quiero ir, porque a partir de unas horas, simplemente las cosas van a cambiar. Y tampoco me va a gustar.
Así es esto. Damn.

16.8.10

El placer de los papeles viejos

Todo empezó cuando decidí buscar mi tesis y ver si lo que yo concluía hace unos años es distinto a lo que algunos tesistas que ahora reviso concluyen.
Amén de eso, rescatar mi ejemplar me llevó a desenmarañar papeles y ordenar recuerdos de diarios viejos o colaboraciones coyunturales. La belleza de lo cotidiano, los papeles de la nostalgia.
Y te das cuenta que el tiempo pasa para bien, para alcanzar una evolución profesional que es como una enfermedad silenciosa. Las grandilocuencias siguen basándose en lo sencillo. A más B es igual a C.
Y por ahí me dieron ganas de volver a estudiar. O mejor dicho, se despertaron porque nunca se han ido.
Y también me dieron ganas de pasar por el infierno algunas fotos, algunos recortes de alegría, de boberas laborales que hacían latir el corazón.

2.8.10

Julio visto desde la orilla de las nimiedades

A Victoria.
A Javier Canales, Héctor Gordoa, Alejandro Hernández y Óscar Solís. Están vivos y libres.Que no se repita.


Viví este mes, quizá estos últimos diez días, a prueba de enterezas. Sosteniéndome de quienes con un abrazo lo dicen todo. Dándome cuenta de que el amor es un fantasma de neón y refrendando que lo único valioso son dos conceptos tan mancillados en estos momentos: la salud y la libertad.
Me explico (¿en verdad?)
Los equilibrios naturales de la vida, las personas que siempre están ahí, los actores de carácter de tu life movie; cuando se quiebran, te resquebrajas, te entiendes vulnerable y sobre todo, inmensamente solo.
En este caso se pudo resolver a punta de sangre, de mimos y de un seguro de vida. ¿Y cuando no? ¿Sucede como contigo, que te vas y ya?
Y sobre lo otro, el sencillo acto de poder hacer tu chamba con las mínimas condiciones de seguridad. Cualquier cosa que eso signifique. Hoy es el colega en una tierra caliente; mañana, cualquiera de nosotros.
En esta profesión escribes historia y cuando te toca involuntariamente ser parte de ella es muy jodido, porque ahora protagonizar la nota implica que te mueras o que te secuestren o que te callen o que te intimiden.



Después de esto, cualquier cosa es nimiedad.
Nimia tu anulación, nimio que seas un fantasma que sólo se mueve en los recuerdos de las letras; nimiedad que vengas tres minutos y te vayas tres meses. Nimiedad haber perdido el corazón en un cuarto de hotel. Todo es nimio cuando se trata de llorar de repudio y de impotencia.
Porque todo, ahora, en este mes, en el sentido figurativo y real, se ha resuelto a punta de sangre. A punta de esperanza.