4.5.10
Aprovecho que ya nadie pasa por aquí...
Para dejar en prenda otra vez el corazón repleto de una noche de canciones y lunares. En que después de muchas tormentas y noches de sal, dan ganas de cantar en el auto y acabarte el crédito en sinsentidos que de frente no dices. Porque, fiel a esa frase de buscar sin esperar, lánzome por enésima a perderme en una tierra a machucarme pero con la diferencia de un raciocinio quizá más egoísta y metódico. Diez minutos de compañìa y una paleta de limón valen la pena. Vales la pena aun contra tus propios pronósticos de pesadumbre casi inexistente. El camino es muy largo y habrâ dragones y espejos y mil espinas. Tengo escudos, armas, batallones de optimismo. Todo con tal de rescatar a la princesa. El final del cuento es al libre dictado del tiempo.
4 comments:
yo si paso por aquí, ocasionalmente
nunca eh logrado tener batallones
de optimismo, en mi opinión el
pesimismo nos ahorra los tramites
de la esperanza estéril
pues aprovechaste mal porque ya pase :D
jaja
saludos
si pasamos, tarde pero sin sueño...
Préstame un escudo, un arma y un par de soldados de optimismo, nada más.
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