9.3.09

El reencuentro con Babasónicos y Zoé

Ni en mi día más ocupado te dejo de extrañar. Pero en este evento tenía miedo de evocarte. Por eso no quería ir o no le había tomado importancia. Por eso también me salté los de septiembre y los de noviembre; por eso no he comprado el disco. Sabía que sería duro y doloroso; que en algún momento se me iba a quebrar la voz y la cerveza me sabría a mis propias lágrimas.

No me equivoqué.

Pero otra parte (estoy segura que fuiste tú) me empujó a comprar las entradas. Y por impulso soltarle de sopetón que sería mi acompañante. Prácticamente lo saqué de una fiesta familiar porque necesitaba que me tomara de la mano. Porque yo apretaría la suya cuando empezaran las notas de esa canción con la que ella pidió que se recordara su vida -la paradójica muerte-.

La memoria de toda una vida compartida sintetizada en notas que resistieron a perderse en la estridencia. La última vez que estuve allí en un concierto que me importó fue contigo, precisamente viendo a los que Nacho quería ver... me acuerdo que ni pelamos el show porque ya nos lo sabíamos de memoria y porque seguramente teníamos en la cabeza otra cosa más importante. Total que la Sariñoña nos importó un pepino. Que el nervio de ver a Adrián de nuevo en el escenario, con su caótico ser estrafalario que tanto te gustaba... y ellos también sobrellevando la ausencia del bajista que te encantaba. Vino "El colmo" y me desgañité queriendo ser el murmullo de una ciudad que no sepa quién soy. Y entre notas canté esa de "cuando yo me muera haré una fiesta en la que nunca salga el sol"... pero vino la que entonaste todas las veces que vimos a los Babasónicos en vivo. Vino una pausa extraña. Respiré, él también y nos abrazamos a cantar "Putita". La cerveza me supo a tus gritos de fan histérica, de nunca saber del todo qué significaba esa canción para ti...

Faltaba la otra parte. La de nuestra otra estrella. Decidí respetar su homenaje con "Dead". Eso es de ellos y nada más. Y te sentí en nuestro típico comentario sobre la pachequez de Larregui. Seguro que te encantó su poncho.

Gracias, hermano del alma, por ayudarme a conectar esa parte a la cual tenía miedo de enfrentarme. Y espero que yo haya colaborado un poco en completar ese ciclo musical que sella el amor sin tiempo y lleno de memoria por Roski Boski. Lo necesitaba de verdad, para llegar en paz a ver a Radiohead.

Porque estarás con Carlos y conmigo en primera fila.

4 comments:

Jessica Sosa Echagaray said...

ash, yo ooooooooooodio a esos grupos
y a los fabulosos
y a los autenticos decadentes o esas madres
ash
ash
ash
:D

Azul María said...

jajajaja y yo que leí "ECHEGARAY" jaja.. bueeno
Yo no amo a esos grupos pero me endulzan el oído.

Saludos!

Ale× said...

mucho...

Mossesa said...

No conozco la música pero entiendo el sentimiento....
TQ