21.2.08

Nacimiento y muerte de 'Mon petite Cecile'

Te apersonaste en esta tierra en una especie de gira artística donde le darías forma y dimensión a todos aquellos halagos que me prodigabas desde tan lejos.
Y yo tampoco podía disimular mi nerviosismo. Verte con el cabello tan corto (tu chasconería fue lo que me hizo voltear a ver tu fotografía, unos meses atrás) hizo que, al dar las diez de la noche, ni habían pasado diez segundos cuando ya iba hecha la madre rumbo a conocerte, cerca del Monumento a la Revolución.
Llamaron mi atención tu acento y tus ojos, grandes, enormes. Que tu aroma era manzana y calor. Me dio pena fumar ante ti hasta que me dijiste que tú no lo hacías pero te gustaba el aroma. Eso me tranquilizó.
Te llevaría, después, con el joven O. Ya me habías tomado de la mano, pero afuera de Covarrubias, lo hiciste en el rostro para que probara un beso de metal y me dijeras que había pasado la prueba... Sentía que era la última noche del mundo.
Eso fue hace un año.
Después vino el Ajusco y acurrucarme en tu regazo; tu playera de Muse.
Y después, la noche con Love... una y otra y otra vez repitiéndose en la grabadora.
Más tarde, amanecer... Tararear una estúpida canción con el sol en la cara.
Recibir tus mensajes llenos de momentos y de expectativas justo a la mitad del Pumas-Cruz Azul, cuando ya el bus te devolvía a tu locura.
Y ese correo, que decía que habías dejado prendado un corazón en Coyoacán.
Y la devolución de la visita, donde habíamos acordado caminar juntos pero te fuiste rezagando hasta el día de mi cumpleaños.
Y el olvido.
Y unas horas que me concediste de vuelta por Argentina, donde me sentí la más miserable y la más estúpida y la más puta de todas las mujeres.
Llorar de regreso por Fray Servando pensando en que de nueva cuenta había fallado el tiro a gol, donde no podía pensar mas que en esa frase de The Kooks: I find it hard to love you when you're far away...
Y nuestra última conversación, que giró sobre lo de siempre, en lo que se ha vuelto nuestra cotidianidad...

-Sad Cecile dice:
mucha chamba?

-Moi, Je Veux Vivre Encore Plus Fort dice:
sí, ya sabes... jaja.

Pero, ¿sabes? Los recuerdos harán que te olvide.
Me dará gusto verte la próxima vez, con la lección aprendida y tu nombre puesto en el hielo...
¿te suena?

6 comments:

Anonymous said...

Me sentí totalmente identificada con tu narración. Yo también quiero aprender que la distancia congela los nombres y lo que ellos nos hacían sentir.

Sé como se siente el ser la más estúpida de las mujeres ¬¬ (así que ya somos 2)

Dantés said...

Zas!

el ex-ciego said...

es muy bueno, y tiempo al tiempo que el olvido llega cuando menos te lo esperas...

Esperemos que este dia ganen los pumas :)

Saludos!!!

Anonymous said...

Eres patetica!!!!

Anonymous said...

Que buena frase aquella de Los Tres, Los Recuerdos harán que te olvide"..., espero tengas suerte chiquita:)
Yo ya me estoy embarcando de regreso a chile...:D
Un besoT
Dani

I'm Violet Veela said...

Las relaciones a distancia son una de esas cosas que creemos porque nos hacen sentir mejor, como que existe el cielo y que si es light no engordas.