30.8.11
Sonido de Estambul
26.8.11
Qué tristeza, en serio.
24.8.11
quieres saber lo que pasó aquí?
quieres saber lo que pasó aquí?
La verdad no, respondió C a la provocación en plena plaza de Coyoacán. Limpia, vacía y plena en su esplendor de luces blancas. La medianoche.
De hecho se venía evadiendo en los pasos de lo que había sucedido un par de horas antes. Un típico martes negro en donde, por cansancio o reiteración, se tuvo que morder imaginariamente la parte que más le dolía para no llorar de coraje frente al patrón. No hubo final feliz y por tanto, era hora de huir.
quieres saber lo que pasó aquí?
Volvía la pregunta recurrente en unas mamparas del gobierno federal, que rompen ahora con la belleza remozada de su plaza de toda la vida. En ese momento, ese lugar era sólo de ella; de B, que lo vio como una oportunidad furtiva de colarse a los prados y al agua de la fuente de los coyotes. De unas cuantas parejas cuya única gracia era el beso que se robaban antes de tomar el pesero de General Anaya. Y de la música, siempre la música, que explica de mil maneras y mucho mejor lo que pasa aquí, allá y en todas partes.
Caminemos, pensó C.
Porque huir había sido el primer paso. Pero funcionó muy poco. Escuchar a todo tren a la Violeta Parra, sincronizada con los semáforos de Cuauhtémoc ayudó un poco más… digamos que sólo a limpiar el parabrisas de sus ojos… Fue llegar a casa, calzarse los tenis, los audífonos y a B. Por hoy no necesitaba más. Intentaba convencerse. Bueno, quizá solo un cigarrillo en el bolsito de la camisola.
Y caminó.
El shuffle hizo lo suyo. Primero la siempre oportuna "A day in the life"… (que, como dato cultural, su letra la compuso Lennon leyendo un diario). Ya en la plenitud de la plaza, "Bukowski", de Modest Mouse. Ironías puras: "si Dios controla la tierra y la muerte, mantén tu ojo vigilante sobre mí, si es tan jodidamente poderoso, mi problema es que no puedo ver"… Combo de dos en uno; seguidita, del mismo grupo, "A different city", con sus guitarras estridentes y su video sobre bicicletas. Quiero recordar que hay que recordar que debo olvidar que me olvidaste. Quiero ver el mundo desde mi televisor de colores.
Y ya. El mundo no cambió, ni su error, ni su historia. Tampoco haber elegido mal y vivir de prisa. Mucho menos ser como es y evitar desquitarse con su palomilla… huyó a escuchar los grillos, la música y los silencios de una plaza que también necesita sus respiros.
Se veía tan bella sólo con mis pasos. Las bancas vacías. Las parejas besándose. La vida sin tomarla tan en serio.