En 2011 escribí:
"Es la lucha diaria de mi voluntad contra mi mente agotada".
Entre ese punto y el otro, me extravié.
Me busco en fotos, en una referencia, en la emoción. Nada. En las nubes de Santiago, en los soles artificiales de Valpo; el mar, el cielo. La música en California. Los largos caminos sola; en la bici. En un mensaje. En las piernas calientes de mi marido al dormir. En la adrenalina vuelta vértigo. En una infinita tristeza que no deja de irse. Que se mueve como un péndulo. Que me hizo volver a fumar y que no me acomoda el cabello.
La dejadez, que le dicen.