Es imposible no recordarte, pero lógicamente en días como éste irrumpes con más fuerza en todo lo que quisiera contarte... en todo lo que he entendido ahora y que no puedo compartirte como yo quisiera; con este día se inauguraba otra vuelta de cumpleaños en el que siempre irías al frente aunque no fueses la mayor. Total, que sé que rondas y que, por ejemplo, el pequeño y altamente comprensivo homenaje del sábado cobra ahora todas sus dimensiones. Pero no creas que no te sueño, bruja, que no siento necesidad de que hablemos sin ton ni son. Cómo me gustaría que ahora me dieras cuerda en mis locuras, ya nadie lo hace como tú. Ya nadie puede entender que la fuerza de los impulsos es la que más duele y la que más satisface.
Es imposible no recordarte, como imposible es en este momento que no me beba mis propias lágrimas.
Fue un privilegio haber compartido tantos años de tu vida... esa que se niega a desaparecer y que se va de rol en el mundo en forma de mariposa.